A continuación, podemos leer el texto que se leyó justo antes de comenzar la Estación de Penitencia. Va dedicado a una gran persona, a un gran cofrade, hombre de trono de la Reina de San Juan, y que hace pocos meses decidió marchar al cielo para estar junto a ella.

A un Hombre de Trono, a un Hermano

Comienza el camino,
Un etéreo y acompasado peregrinar al son de las marchas.
Comienza el camino,
…pero nos falta un peregrino.
Hoy, cuando nuestros pies inicien los pasos de baile,
Cuando por primera vez nuestros cantos rompan la tarde,
Desde arriba, entre varales, sentiremos una mirada intensa, como la de un niño grande.
Y quizás escuchemos, tras los tambores, el eco de una risa interminable.

Comienza el camino,
Y al marcar esos compases cargados de amor y de arte,
Un hombre de trono,
Con la túnica este año a los pies de su madre.
La más pura esencia fusionada
Verde, rojo y arco iris
Con su inconfundible voz proclamará al aire
Oolé, si están haciendo un paso, mi paso, el paso Picasso.

Cuando el cansancio oprima,
Cuando el aliento acabe
Seguro que habrá un hombro
Que desde el cielo,
Dé el tironcito que falte.

Comienza el camino
Rumor de caracolas
Estallido de azahares
Y Calle San Juan, tu calle
Huérfana de cariño
Va a recibir a tu madre.

Va por ti hermano