LA DOLOROSA AL PIE DE LA CRUZ

Tradicionalmente se ha venido relacionando la efigie dieciochesca de la Virgen de Lágrimas y Favores con la talla mariana situada a los pies del Crucificado de las Ánimas del Purgatorio de la homónima capilla parroquial de San Juan. Como se ha apuntado, a falta de documentos que certifiquen dicha vinculación, el estudio detenido de las fotografías que se conservan de dicha escultura y su comparación con las de la Virgen destruida en 1980, nos ha proporcionado el pertinente sustento argumental en torno a dicha hipótesis.

La imagen sedente de la capilla de las Ánimas componía, junto con el citado crucificado, el misterio del Stabat Mater, episodio derivado de las disquisiciones en torno al tema iconográfico del Pasmo de la Virgen. Este asunto, proporcionado por el texto apócrifo de las Actas de Pilato, mostraba el desvanecimiento sufrido por María al contemplar los tormentos infringidos a su Hijo. En respuesta a dicha escena la Contrarreforma incidirá en la firme convicción de la fortaleza de María al pie de la Cruz, no siendo aceptable la plasmación de tal debilidad en tan importante personaje. Estas ideas contenían un trasfondo teológico centrado en la exposición de la Madre de Dios como corredentora del género humano junto a Jesús.

Particularmente, esta efigie mariana era una imagen de vestir que suscribía los patrones iconográficos barrocos de Virgen Dolorosa –en su vertiente devocional- universalizados por José de Mora y sobre todo Pedro de Mena, derivados del exitoso modelo quinientista de la Soledad creado por el escultor Gaspar Becerra. Presentaba un rostro de hondo lirismo, cuyo óvalo facial dibujaba un vértice de mayor angulación hacia la barbilla. Sus manos estaban unidas, en un gesto de recogimiento, redundando todos estos elementos en la manifestación expresiva del profundo dolor contenido.

Los recursos escultóricos de cabeza y manos se veían complementados por las vestiduras naturales, los postizos y el ajuar metálico. El diseño del atuendo estaba sujeto, lógicamente, al gusto y las modas de cada época. Las fotografías existentes debieron realizarse con anterioridad a 1931. La indumentaria de la Virgen en estas instantáneas se acerca a la de los modelos escultóricos de Dolorosa promulgados por Mena en cuanto al tipo, disposición, e incluso tonalidad, de las prendas empleadas, aunque trasladados, obviamente, al material textil. No sería descabellada dicha inspiración dado el tremendo seguimiento que hasta principios del siglo XX tendrán los citados modelos menoides en la ciudad –en parte confundidos con la personalidad de Fernando Ortiz- los cuales no solo afectarán a la práctica escultórica decimonónica sino también a otras disciplinas artísticas en lo que ha venido a teorizarse como un auténtico revival en torno a la estética del maestro granadino.

Por tanto, enmarcaba el rostro de la imagen una toca de color claro sobre la que se disponía el manto, el cual caía desde la cabeza hacia los hombros, desembocando en el suelo. No obstante, recogía sus extremos en los brazos, dejando al descubierto, sobre el pecho y las piernas, la túnica de tonos oscuros. Bajo esta se distinguía la puntera del pié izquierdo, detectándose por lo tanto la composición adelantada de esta pierna.

Finalmente, de acuerdo a su condición de Mater Dolorosa, un puñal traspasaba su corazón –como evocación simbólica de la profecía del anciano Simeón- y un halo de estrellas o una diadema plateada coronaba su testa –como Madre del Hijo de Dios-.

Imágenes: Colección particular.

LA DOLOROSA DIECIOCHESCA

La Dolorosa sedente de la capilla de las Ánimas sería salvada de los ataques al templo de los años 1930 y 1936, siendo entregada al párroco y repuesta al culto en 1937. A partir de dicho momento la imagen sufriría una adaptación a una nueva función como imagen procesional. Al poco tiempo de su restitución al culto, surgiría en torno a ella un piadoso Rosario de la Aurora practicado por las calles de la feligresía de San Juan. Esta transformación material vendría acompañada igualmente de un cambio de advocación, pasando a intitularse desde entonces como Virgen de Lágrimas y Favores.

Imagen: Agrupación de Cofradías (Málaga).

1937 – 1950

La talla debió ser intervenida entre 1937 y 1950. Los documentos gráficos conservados revelan una efigie cuyo rostro ha sido retocado, tanto en la policromía como en los elementos postizos. Más adelante recibirá una nueva intervención que fijará el aspecto definitivo de la talla hasta su destrucción en 1980.

Entre las décadas de los 40 y los 60 la Virgen de Lágrimas y Favores fue ataviada de manera extremadamente sencilla, con vestido y manto lisos de color negro, y toca blanca enmarcando el rostro. Este tocado le fue dispuesto en alguna ocasión a modo de schebisim, tal y como populizará hasta nuestros días la Virgen de la Soledad de la Congregación de Mena. Por su parte, el nuevo juego de manos abiertas dará pie a la inclusión de un pequeño y sencillo escapulario o un rosario, manteniéndose de su estampa primitiva tanto el puñal como un sencillo halo de estrellas. A partir de los 70 la imagen adopta definitivamente las distintas innovaciones que ya desde principios del siglo XX habían sido introducidas en la vestimenta de las dolorosas hispalenses.

Imágenes: Colección particular.

LA DOLOROSA NEOBARROCA

La destrucción de la imagen dieciochesca, junto con otros titulares de las Cofradías Fusionadas, en el incendio acaecido en la capilla de la Exaltación el 20 de julio de 1980, traería consigo la necesaria reposición de su culto a través de una nueva talla. La actual Virgen de Lágrimas y Favores es una imagen escultórica «de vestir» realizada en madera tallada y policromada por el artista Antonio Joaquín Dubé de Luque en el año 1982.

La encarnadura actual se debe a la intervención llevada a cabo por el propio autor en junio de 2002, la cual ha supuesto la mejora de la imagen en cuanto a sus terminaciones polícromas se refiere, generando con ello una mayor riqueza de matices expresivos. Esta nueva policromía se caracteriza por el empleo de tonalidades rosáceas y un acabado final pulimentado que ha depurado tanto el modelado como la impronta general de la Señora. A partir de la bendición de la nueva imagen, el 20 de marzo de 1982, esta pasaría a ser titular oficial de las citadas Cofradías Fusionadas, si bien, desde 1949 ya se encargaba de su cuidado dicha corporación. Desde el año 2006 realiza su salida penitencial, bajo palio, en la jornada del Domingo de Ramos dentro de las procesiones oficiales de Semana Santa de la ciudad de Málaga.

Imagen: Gonzalo Aguilar.

Textos: Alfredo Lara (Lcdo. Hª del Arte).